Palacio de Corazones

Sala del trono

La primera estancia que encontraras, siendo a su vez vestíbulo y donde debes de esperar si deseas tener una estremecedora audiencia con la Reina: la suntuosidad de derrocha por toda la amplia habitación, y como no, no falta la alfombra roja que llega hasta los pies del único trono. El del Rey desapareció hace mucho tiempo atrás.

Torres Negras

Dos imponentes añadidos al Palacio de Corazones cuyo nombre proviene precisamente de sus techos oscuros y de los que cuelgan los cadáveres de los traidores que han sido atrapados dentro de la Corte de su Majestad para amedrentar a los que se atrevan a pensárselo siquiera. Casi siempre se pueden ver cuervos rondándoles hasta no dejar más que esqueletos: dejando eso de lado, con su gran altura, son buenos sitios para poder dar una ojeada a los alrededores.

Habitaciones Reales

Las habitaciones que son del total y exclusivo dominio de Kirakishou, la reina. Son muy amplias y bien decoradas, en especial la que usa como dormitorio, y en muchas pueden verse sus enredaderas, trepando por las ventanas, ademas de unos curiosos nidos en el techo.

Habitaciones de la Guardia Real

Ubicadas estratégicamente entre las murallas que rodean al Palacio de Corazones, cerca del comedor y el salón principal, y una que otra en las cercanías de las habitaciones reales para la protección de Su Majestad; son algo más escuetas que las de los miembros de la Corte, pero igual de cómodas... todo según el rango, por supuesto.

Caballerizas

Aquí se guardan a los caballos, y a unos cuantos niños que se han pasado de listos y son castigados viéndose forzados a ser caballos, y tirar carretas para miembros de la Corte, que se deleitan con su sufrimiento. También es lugar de encuentros para amantes furtivos.

Jardines Reales

Extensos, bien cuidados, recubiertos de una multitud de inocentes flores bajo el detallado diseño de alguna mano delicada y resguardados de las miradas indiscretas gracias a los murallones que protegen los alrededores del Palacio. De exclusiva belleza para su alteza y los miembros de la Corte, que no les sorprenda si se topan con algún secretito tras los arbustos…